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Mes: junio 2024

SURTIDO DE RAMALES Y OTRAS YERBAS

12 de mayo de 2024

<< GARDEY

Tras un agradable paseo por Gardey, nos dirigimos hacia María Ignacia, no por la ruta directa junto a las vías, sino por caminos secundarios que ofrecían la promesa de hermosos paisajes rurales serranos, los cuales resultaron ser un verdadero deleite al recorrer.

Ya conocíamos de otro viaje la estación VELA que es el nombre ferroviario de MARIA IGNACIA, así que nos dedicamos a visitar el pueblo en sí. Me llamó la atención una vieja estación YPF en venta a la que seguramente algún emprendedor le dará algún uso ingenioso. Al igual que Gardey es encantador, hasta gallina sueltas en la calle vimos, lo que muestra la paz que reina aquí.

Costeando las vías del ramal activo para cargas VELA-BARROW, nos dirigimos hacia el poblado de ESTACIÓN LOPEZ, curioso nombre ya que «estación» es parte del mismo. El pueblo es muy pequeño pero muy prolijo, como casi todos los de la zona, aunque éste ya pertenece al partido de Benito Juárez.

Otra característica de estos pueblos es el diseño asimétrico de su trazado urbano, que siendo en plena llanura es llamativo

La estación ferroviaria está en ruinas porque un tornado la arrasó en el pasado pero así y todo la conservan en condiciones como patrimonio histórico, pese a que seguramente hubiera sido más sencillo demolerla, como han hecho en otros lugares.

Continuamos hacia el remoto pueblo de TEDIN URIBURU, junto al ramal ferroviario desactivado CHILLAR-VELA, donde la estación está ocupada y solo puede ser apreciada desde afuera. Los carteles no están presentes.

Al igual que el pueblo anterior, su diseño es peculiar, destacando una enorme plaza con forma de rombo. Era domingo al mediodía y el lugar lucía desolado.

Continuamos explorando más estaciones en distintos ramales, lo que nos llevó a cruzar el arroyo de Los Huesos por el antiguo Puente San Francisco, descubriendo con agrado un cauce de agua considerable; el puente probablemente formó parte de un Camino Real en tiempos pasados. Sobre el hormigón hay varias placas de granito tallado con inscripciones de distancias y otras frases patrióticas que datan de 1929.

Al descubrir el trazado del desmantelado ramal ARROYO DE LOS HUESOS-CHILLAR, visitamos lo que queda de la estación MARTIN FIERRO, una pequeña localidad extinta que llegó a contar con una escuela y que ahora se ha transformado en una prolija estancia..

Desde ese punto, siguiendo los caminos vecinales que bordean la Boca de las Sierras y pasando por detrás del Parque Eólico Los Teros, se llega a la RN226, a pocos kilómetros de AZUL. Allí fuimos a visitar la entrada del cementerio local, coronada por el imponente Ángel Vengador de hormigón, obra del Arquitecto Salamone.

Aunque nos quedaba poco hilo en el carretel, decidimos visitar dos estaciones más perdidas en el ramal activo AZUL-LAS FLORES.

Al seguir las vías, llegamos a la ubicación de VICENTE PEREDA, donde lo único que parecía haber era un pequeño bosque. Sin rendirnos, retrocedimos hasta un paso a nivel situado unos 300 metros atrás, y desde allí pudimos ver el cartel. Abandonamos el vehículo y nos dirigimos a pie para tomar fotos, esquivando varios cerdos que pastaban sobre las vías.

El edificio de la estación había sido demolido, no quedaba nada; el terreno del complejo ferroviario, como suele suceder, se había transformado en una granja porcina (Chanchería en castellano antiguo)

Con ciertas reservas, debido a que el camino estaba poco transitado, continuamos junto a las vías hacia la enigmática SHAW, oculta en una densa arboleda que domina casi toda la estación.

Al hallar la manera de aproximarnos a pie, nos dimos cuenta de que estaba más que oculta; estaba totalmente devorada por la vegetación, incluyendo los galpones. La única área despejada era la zona de las vías, por donde aún circulan los trenes de carga. Los dos carteles seguían erguidos.

Con esta visita concluimos nuestro raid ferroviario de fin de semana y comenzamos el regreso por la RN3.

Cerca de Gorch, un supuesto atajo hacia General Belgrano nos atrajo y decidimos aventurarnos por caminos rurales solitarios al sur del río Salado, para finalmente regresar a casa por la RP29.

GARDEY, un pueblo encantador

12 de mayo de 2024

Amaneció muy fresco en Gardey. Incluso dentro de nuestra cabaña también había bajado la temperatura porque, claro, ninguno de los dos se levantó durante la noche a alimentar la salamandra.

El día despuntó muy lindo y pudimos comprobar la belleza del lugar donde recalamos anoche, el complejo de cabañas EL OTA.

El bosque de eucaliptos es encantador y las cabañas están bien separadas como para tener suficiente privacidad. Muy lindo lugar para descansar y excelente la atención de su dueño Daniel. Muy recomendables!

Desayunamos tranquilos, acomodamos los bártulos en la chata y salimos a completar el recorrido mientras regresábamos a casa.

Nos dimos una linda vuelta por GARDEY, que nos impresionó muy gratamente por la prolijidad y tranquilidad: pueblo con bicicletas sin cadenas en la calle, seguro es un buen lugar para vivir.

Por la hora que lo recorrimos parecía un pueblo completamente desierto, como lo documentan las fotos que siguen: calles y plazas sin humano alguno.

Las edificaciones antiguas están muy bien preservadas y es placer contemplarlas. Y hay muchas!

La estación está muy linda y cuidada y ahora funciona como Biblioteca Popular.

No hace tanto existía un tren turístico que salía de Tandil pero ya no corre, sin embargo parece lista para entrar en actividad cuando se lo requieran.

Seguimos con rumbo a María Ignacia, por caminitos serranos

POR EL RAMAL TANDIL – LOBERÍA y UNA YAPITA…

11 de mayo de 2024

<< DE PUERTA DEL DIABLO

Nos dirigimos por caminos entreverados tratando de acortar distancias hacia EL LENGUARAZ, lo cual resultó un fracaso ya que al final varios de los que figuraban como atajos en el GPS terminaban dentro de estancias con candados en sus tranqueras. Terminamos haciendo muchos kilómetros más de lo planeado.

Igual nos la ingeniamos para llegar a esta estación de nombre tan particular, que es una de las tantas que prácticamente no tienen un poblado a su alrededor aunque si tiene una hermosa escuela que todavía funciona, tal como nos contó el morador de la estación, que a su vez es el portero de la escuela desde hace muchos años.

El edificio, de dos plantas, es enorme y casi desproporcionado para el entorno, pero se encuentra en excelentes condiciones, probablemente porque siempre contó con alguien que previno el vandalismo que, de otro modo, habría sufrido como la mayoría. Tal como observamos en otras estaciones que visitamos posteriormente, la longitud del andén refleja el optimismo de sus diseñadores; igualmente impresionante es el tamaño de los galpones.

Dejamos EL LENGUARAZ y por el clásico camino que costea las vías nos dirigimos a LICENCIADO MATIENZO, un pequeño poblado de sólo nueve manzanas, donde encontramos una réplica exacta de la anterior y de las que nos quedaban por ver durante el día.

La fachada de la estación, visible desde el pueblo y adornada con un parque infantil, presenta un aspecto atractivo y bien mantenido. Sin embargo, está claro que alguien ocupa el lugar, ya que el interior contrasta marcadamente en su estado. A pesar de que parecía deshabitado, no me animé a meterme, por lo que tuve que ser astuto para tomar algunas fotografías del andén y las señalizaciones..

En el predio de la estación hay una gran cantidad de silos bolsas lo que indica gran actividad agrícola.

Continuamos bordeando las vías hacia la próxima parada, SAN MANUEL, que conserva un estilo similar. La estación aquí está más integrada con el pueblo, con el edificio funcionando como un Museo Histórico y las tierras ferroviarias convertidas en un parque público; hasta construyeron una cancha de bochas en el andén. Vimos a muchos jóvenes reunidos, tomando mate y disfrutando del soleado sábado por la tarde en el predio del ferrocarril.

SAN MANUEL es un muy lindo pueblo de unas 35 manzanas, muy prolijo y parece pleno de actividad.

Nos restaba visitar una última estación de las previstas para el día, NAPALEOUFÚ, un pequeño poblado junto a la RP227, donde observamos nuevamente el mismo diseño de edificio por cuarta vez. Sacamos fotos de práctica, las cuales podrían haberse confundido fácilmente con las de las otras tres estaciones sin que nadie notara la diferencia. Evidentemente, los constructores contaban con un único diseño que implementaron consistentemente en esta línea.

Todavía nos quedaba un poco de luz antes de ir a alojarnos a GARDEY en unas bonitas cabañas que descubrimos googleando. La vez pasada, cuando vinimos a a zona nos había quedado sin investigar la parte oeste del Paso de la Muerte y decidimos ir a asomarnos del otro lado.

Antes de llegar a TANDIL, tomamos unos caminos serranos solitarios pero encantadores, y nos fuimos acercando hasta que el sendero se acabó a tres kilómetros del cruce. Un pastizal alto se presentó, pero se podía intuir que, con precaución, era posible continuar con el vehículo, lo cual hicimos por un kilómetro y medio más. Aunque era factible seguir, no era prudente hacerlo solos, ya que era imposible discernir lo que había debajo. Sin embargo, la curiosidad prevaleció y, aunque la luz empezaba a disminuir, decidimos explorar a pie un poco más para evaluar su viabilidad para el futuro intento de atravesar el Paso de la Muerte con chatas.

Avanzamos un kilómetro mas entre los altos pastizales, con cierto riesgo ya que vaya a saber con que bicho nos podíamos encontrar, pero la curiosidad pudo más y alcanzamos a divisar a 500 metros el arroyo Las Chilcas y el famoso paso, sin observar obstáculos insalvables. Cuando encuentre algún socio, seguro con las fiel Pampa 02 me le animo: habrá que trabajar un rato pero es un lindo desafío.

Nos volvimos, casi a oscuras y nos encaminamos a GARDEY a las cabañas EL OTA, en el medio de un denso bosque de eucaliptos.

Hacia bastante frío y una salamandra encendida nos esperaba y donde cenamos el locro que nos habíamos traído listo para calentar.

Mañana todavía teníamos un variado y extenso regreso ferroviario, previa escala en GARDEY

A LA PUERTA DEL DIABLO POR EL CAMINO DE LOS CURROS

11 de mayo de 2024

El viaje empezó el sábado bien temprano en Florencio Varela desde donde salimos en busca de paisajes serranos y estaciones ferroviarias. Esta vez usamos la RP29, que ahora está en bastantes buenas condiciones y en estos fines de semana no turísticos tiene poco tráfico y es muy tranquila, como para manejar relajado tomando unos mates.

El único tramo feo es alrededor del puente del Samborombón, donde está en construcción un segundo puente paralelo, pero es bastante corto.

Después de Ayacucho, todavía en la RP29, tomamos un atajo por una vieja ruta de tierra rumbo a Dos Naciones, donde empezamos a disfrutar del colinoso entorno.

Ya luego de Dos Naciones, que no visitamos porque había sido objeto de un paseo anterior, pusimos proa a lo que nos había quedado en el tintero: la Puerta del Diablo. Si bien este tramo de enlace ya lo habíamos realizado, hacerlo en sentido inverso nos proporcionó perspectivas diferentes que disfrutamos mucho.

Al llegar al cruce con el camino que nos conduciría a la Puerta del Diablo nos sorprendió un cartel que anunciaba el «Camino de los Curros».

Como imaginarán enseguida pensamos qué tendrían que ver los políticos con este camino, pero pese a que no aclaraba mucho más, entendimos que tendría que ver con el pajarito que se mostraba en la foto del cartel.

Cuando tuviéramos señal de internet lo chequearíamos, ya que allí en plena naturaleza, por suerte no había…

Este Camino de los Curros está bordeado a ambos lados por unos arbustos de un verde muy llamativo y hacia el final del mismo se visualiza un abra en un cordón serrano que indudablemente debería ser la famosa Puerta del Diablo.

Unos kilómetros más adelante nos introdujimos en esa abra, que sin ser algo espectacular es bastante cerrada y muy pintoresca: alberga un arroyo temporario y una bonita estancia muy arbolada: La Serranita.

Allí hicimos un alto en el camino y aprovechamos para comer unos ricos sándwiches de milanesa que trajimos de casa.

Cuando retomamos el viaje, prontamente salimos a la RP227, la cual cruzamos con la intención de iniciar un extenso periplo ferroviario por el ramal que une Tandil (Desvío Aguerre) con Lobería.

Sobre la ruta pudimos tomar señal fugazmente y nos sacamos la duda de los curros: ninguna de las dos suposiciones era la correcta, ya que el motivo del nombre eran justamente los llamativos arbustos, que ahora que miramos bien, son característicos de la zona, aunque no en la misma densidad que en este particular camino. Les dejo el link que encontramos para mayor información: https://florabonaerense.blogspot.com/2021/12/camino-de-los-curros.html

Nos vemos sobre las vías, en El Lenguaraz

POR LOS ALREDEDORES DE TANDIL

11 y 12 de mayo de 2024

La zona serrana próxima a Tandil, Balcarce y Lobería es muy atractiva; no tiene la majestuosidad y la imponencia de los paisajes cordilleranos pero posee una serena y balanceada belleza que nos da gusto recorrer, combinando los ondulantes caminos vecinales que se adentran en los campos multicolores cultivados con los trazados e instalaciones ferroviarias que tanto nos apetecen.

Este fin de mayo volvimos a la carga. Elegimos unas cabañas muy bonitas en Gardey y con centro allí hicimos un extenso recorrido visitando parajes y estaciones ferroviarias a lo largo de todo el fin de semana.

Así es como estuvimos en Dos Naciones, Puerta del Diablo, El Lenguaraz, Licenciado Matienzo, San Manuel, Napaleofú, Paso de la Muerte (de nuevo), Gardey, María Ignacia, Estación López, Tedin Uriburu, Puente San Francisco, Martin Fierro, Cementerio de Azul, Vicente Pereda y Shaw.

Todo en un día y medio, utilizando caminos rurales, fuera de las rutas asfaltadas.

Les dejo un puñadito de fotos y en los próximas entradas, les iré contando detalles de cada lugar.

LA SALIDA NORTE DE HUARACO Y REGRESO POR PAYUNIA

01 y 02 de abril de 2024

<< HUARACO DESDE EL SUR

Nos despertamos virtualmente congelados. La noche había sido muy fría y los termómetros de las chatas descendieron hasta -5°C a las 8:00 am.

Por suerte, mi espalda acusó poco recibo del porrazo de ayer y no sentí nada que un Actrón no pudiera solucionar. El día de manejo estaba asegurado.

El amanecer nos regaló imágenes indescriptibles, de colores cambiantes a medida que febo se iba asomando entre los cerros.

La bruma sobre las aguas insólitamente quietas debido a la falta de viento, creaba una atmósfera mágica que luego se fue diluyendo hasta convertirse en un día luminoso de sol mientras desayunábamos algo caliente para sacarnos el frío.

Todos estábamos ansiosos por transitar la parte final y desconocida de la travesía, que podía resultar en un gigantesco fracaso por la cantidad de kilómetros que tendríamos que desandar si algún obstáculo nos impedía completar el recorrido.

La gran duda era un zigzag muy vertical hacia el final, donde un pequeño derrumbe nos podía dejar «fuori».

La caravana arrancó rodeando Huaraco por el este, ya que por el oeste el pedrero era virtualmente impasable. Pablo, que había hecho el relevamiento satelital, tomó el comando y nos lideró por la huella, en muchos tramos bastante borrosa.

Huella muy entretenida, que primero trepa hasta casi hasta los 2600 msnm y después, por los filos desciende acompañando el profundo cañón del arroyo Huaraco; alterna tramos de estepa con afloramientos de lava volcánica, con impactantes visuales de la cordillera del Viento. Cada tanto se descuelgan otras huellas que conducen vaya a saber dónde y que serán objeto de algún futuro viaje.

El tramo final, donde el temido zigzag nos tenía preocupados, estaba en buenas condiciones pero las curvas son tan cerradas que requieren negociar varias maniobras para sortearlas.

Con gran alegría divisamos la RP53 con la satisfacción de haber logrado cerrar un nuevo circuito cordillerano alrededor del volcán Domuyo, que por la situación climática, apenas vimos fugazmente.

Un rápido tránsito hasta Barrancas donde reaprovisionamos combustible (hay que tomarse un tiempo porque el que atiende la estación tiene múltiples actividades y hay que esperarlo) y desde allí subimos por la RN40 hasta «La Pasarela», donde obligatoriamente tomamos unas fotos.

Luego nos metimos en la Payunia por la RP183, atravesando el yacimiento petrolero «El Fortunoso».

Luego tomamos las RP186 y RP180 bordeando la reserva natural de la Payunia y previa escala fugaz en Mina Ethel, seguimos hacia Agua Escondida y La Humada con destino final Santa Isabel, donde pasamos la noche y compartimos la última cena del viaje con el grupo.

Al día siguiente, salimos muy temprano hacia Buenos Aires y antes de caer la tarde, ya estábamos en casa.

Un finde XXL muy bien disfrutando con los amigos de siempre, a los que les agradezco la excelente compañía.

El norte de Neuquén, nunca falla.

Hasta la próxima

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