Hombre multifunción, si los hay. Capaz de ir manejando, te va diciendo cuanto falta para el destino fijado, cómo se llama el accidente geográfico que estamos transitando según IGM, te cuenta la historia del puestero que se ve allá lejos, al que lo llamó por teléfono para pedirle permiso, mientras va buscando la llave de 10 mm para ajustar el soporte del chirimbolo que guardó adentro del farol que se saca abriendo la guantera, corriendo el pitutito que hace que no se caiga el soporte del gps. Todo eso mientras te ceba un terrible mate helado con su típico gorrito Adidas color violeta.
Y si necesitas una clampetita para el transbalador delantero, pedísela en medio de alguna desolada meseta, que él tiene una.
Asi es Pampa.
Y así lo queremos.
Era el momento de sintonizar el tramo del Canal 11 que ayer habíamos tenido que abandonar. La única certeza era que sabíamos hasta donde habíamos llegado ayer, es decir que teníamos los kilómetros finales resueltos si alcanzábamos ese punto.
También sabíamos que los primeros kilómetros desde la RP30 lucían bien en las satelitales hasta un importante puente de hormigón, el puente Tegui.
Puente de la RP30 sobre canal 11
En este tramo encontramos dos interesantes compuertas, una de las cuales era un muestrario de engranajes, sinfines, poleas, ejes y cables, sorprendentemente en muy buenas condiciones de conservación, justo enfrente donde el arroyo El Gualicho desemboca en el canal 11.
Compuertas y engranajesEngranaje con sin finPiñonesTambores ranuradosCompuertasCompuertas deslizantes
La otra es diferente ya que parecería que su operación era manual a través de la colocación de mamparas que se movían a través de algún carrito con vías decauville desde un galpón de almacenamiento de chapa que misteriosamente conserva intacta su estructura.
Otro modelo de compuertasCompuertas con vías decauvilleCompuertas y galponMecanismos extrañosCompuertas lado exterior del canal
Luego de alcanzar el puente Tegui, se acabó el camino y nos lanzamos por dentro del canal, por su margen norte. Recordar que casi todos los canales tienen un cauce central angosto por donde normalmente circula agua en forma permanente y un cauce ancho intermedio, delimitado por los taludes laterales que contiene el agua en casos de inundación.
Puente TeguiPuente TeguiPuente Tegui
A lo largo de los veinte y tantos kilómetros que transitamos por dentro del canal, encontramos más compuertas (todas en la margen sur) y un puente que según los viejos mapas del IGM se identifica como Mostacillas. El transito fue lento pero sin complicaciones por huellas muy tenues seguramente marcadas por pescadores, acompañadas por mucha fauna acuática que molestamos con nuestro andar.
Por el fondo del canal 11Fondo del canal 11Canal 11 lado surTerraplén norte del canalPuente MostacillasCanal 11 desde puente MostacillasHermoso ganso salvaje?Islita en canal 11Compuerta lado sur del canal 11
Con gran satisfacción alcanzamos el punto donde ayer habíamos claudicado pero por fuera del canal. Realmente si nos hubiéramos aventurado por dentro, en lugar de hacerlo por la cresta de los terraplenes, sin duda hubiéramos logrado hacerlo ayer.
Seguimos por dentro del canal y así llegamos otra vez al puente El Zorro, desde donde nos dirigimos por el camino vecinal que lo atraviesa hasta el canal 12.
Sobre el puente decidimos que recorrer todo el canal 12 nos iba a llevar mucho tiempo y nos alejaba demasiado del regreso. Así que encaramos solamente el tramo final que desemboca en el canal 11 donde nace el canal 9 y si no sobraba tiempo nos asomaríamos al paraje y estación Real Audiencia.
Extenso puente sobre canal 12
En ese corto tramos encontramos una torre relacionada seguramente con mediciones de caudal, completamente fuera de servicio y ocupado por palomas y por una lechuza corazón que se asustó con mi presencia cuando me asomé a su interior. También encontramos varias compuertas mientras abrimos y cerramos una pila de tranqueras en los pocos kilómetros que hicimos hasta la RP29.
Canal 12Canal 12Torre de medicion de caudalLechuza corazón escondida en la torreCompuertas de canal 12Compuertas de canal 12Compuertas de canal 12
Casi llegando a la RP29 hay una edificación de la Dirección de Hidráulica, aunque no parece estar dedicada a esto.
Si alguien decide hacer este tramo lo debe hacer en el mismo sentido que lo hicimos nosotros porque en caso inverso, la primera tranquera desde la Rp29 tiene un cartel enlozado que reza: «Prohibido transitar con vehículos automotores». No tengo idea si es mandatorio pero… (salvo que lo hagas a pata o en bicicleta)
Instalaciones de la dirección de Hidráulica de Buenos AiresTranquera infranqueable?
En el próximo episodio los esperamos en el enigmático paraje semiabandonado de nombre pomposo: Real Audiencia
Frustrados porque al haberse interrumpido nuestro tránsito por el Canal 11 no nos iba a dar el tiempo para que el domingo pudiéramos ir más allá de Las Flores, nos arrimamos hacia allá, pasando fugazmente por Las Rosas, para alojarnos en unas peculiares cabañas tipo «tiny house» que habíamos reservado por internet.
Tiny Houses Las Flores
Llegamos justo cuando la tarde estaba terminando y la verdad que nos impresionaron muy bien. Están construidas en forma modular con muy buen gusto y muy buenos materiales y si bien son pequeñas (no podía ser otra cosa si se proclaman «tiny») cumplen con lo necesario para una estadía breve o para alojarse de paso, como era nuestro caso. Para combatir el intenso frío, tienen una salamandra y un equipo de aire acondicionado, que lo hacen muy bien, sobre todo para el dormitorio que está en la parte superior.
La cena fue espectacular, primero una excelente picada, seguida por unos ravioles multicolores que trajo Elsa, todo regado con un buen vino aportado por El Enemigo.
Casi no daban ganas comerlos para no dejar de mirarlos…
Durante la cena, dispusimos el cambio de planes y en vez de intentar llegar a Tapalqué donde se inicia el canal 11, intentaríamos el tramo frustrado pero al revés; si volvía a fallar, podíamos corrernos más al sur tratando de recorrer el Canal 12. Y si no, a joderse y volver con la frente marchita.
Nos despertamos el domingo con un amanecer espectacular aunque con un frío terrible.
Preparando el desayunoAmanecer desde la ventana de la Tiny HouseAmanecer en la laguna de Las Flores
Desayunamos y relativamente temprano salimos a completar la faena dejando el calorcito de las cabañas atrás. Primero nos dimos una rápida vuelta completa a la laguna del Difunto Manuel dentro del Parque Plaza Montero, donde recorrimos un ancho camino perimetral, que luego nos enteramos que hace las veces de autódromo. El parque alrededor de la laguna está en excelentes condiciones de limpieza y cuidado, siendo hogar de una gran variedad de animales y aves silvestres. Entre ellos, se destacan varios grupos de carpinchos que se muestran relajados y bien nutridos.
Laguna del Difunto Manuel en Las FloresLaguna del Difunto Manuel en Las FloresCarpincho en laguna de Las Flores (foto extraída de Internet)
Recargamos combustible y partimos hacia el paraje El Gualicho, situado junto al arroyo del mismo nombre, al lado de la RP30. Es un sitio excelente para acampar o disfrutar del día, idealmente en una estación menos fría que la actual. Seguramente debe ser un lugar muy concurrido por su belleza aunque esta helada mañana dominguera de invierno solamente estábamos nosotros.
Entrando a El GualichoArroyo El GualichoCamino costero en paraje El GualichoHermoso paseo por El GualichoUna vieja represa con compuertas que alguna crecida destruyó
Florencio Varela – Dolores -Canal 9 (margen norte) – Paraje el 80 – Puente Las Chilcas – RP29 – Puente El Zorro – Rosas – Las Flores
Con temperaturas rozando el cero pero anticipando un día soleado, Elsa y Cecilia se reunieron en la elegante nueva estación de servicio Shell en Dolores. Allí, además de abastecerse de combustible, disfrutaron de un café caliente antes de dirigirse al corazón del canal 9.
Para darles una perspectiva, el Canal 9 drena aguas de una vasta área del interior de la provincia de Buenos Aires, con afluentes principales como los arroyos Tapalqué, Azul, De los Huesos y Pantanoso, entre otros.
Teníamos previsto recorrer la margen sur, ya que las imágenes satelitales y mi experiencia anterior al fin de la pandemia indicaban que el tramo cercano al Paraje El 80 estaba desprovisto de huellas. No obstante, al tratar de acceder desde la Autovía 2, nos encontramos con una barrera continua de guardarrails que nos bloqueó el paso, y al intentarlo desde el viejo puente arqueado de la antigua Ruta 2, una zanja profunda excavada por una retroexcavadora también nos impidió el paso.
El Canal 9 desde el viejo puente con arcos de la antigua ruta 2
Nos dirigimos entonces por la margen norte, que al principio mostraba un camino claro en las imágenes satelitales, pero que se desvanecía al acercarnos a un endeble puente, del cual no estábamos seguros de poder cruzar, o siquiera de que hubiera un tránsito sencillo hasta El 80 por esa misma orilla. Sin embargo, nuestra intención era investigar y vivir una aventura…
Inicio de la huella por la margen sur del Canal 9
La huella, siguiendo el coronamiento del terraplén, resulta que estaba perfectamente entoscada y podíamos avanzar a buen ritmo.
Nos detuvimos a curiosear la primera compuerta de muchas que encontramos y empezamos a sorprendernos de las construcciones realizadas a principios de siglo, cuando se construyeron estos canales.
Compuertas del lado surSoledades del Canal 9Primer compuerta del canal 9 desde Autovía 2Centenarias compuertas, que aún funcionan en forma automáticaLas chicas en las compertasCompuerta tipo retención . Deja pasar cuando el nivel exterior del canal es superior al nivel del mismo
Seguimos por un muy buen camino hasta que divisamos el puente donde supuestamente cambiaríamos de ribera, según nuestros relevamientos previos.
El puente estaba sólido aunque un poco revirado pero en caso de necesidad era utilizable. Lo llamativo era que tenía una sección levadiza, fuera de servicio pero que alguna vez funcionó. Vaya a saber el motivo ya que suena extraño que algo haya navegado allí y que hubiera requerida esa opción.
Sobre el puente había unos campesinos que por alguna razón inexplicable estaban poniendo tierra sobre el puente con una carretilla. A ellos les consultamos sobre la manera de llegar al Puente del 80 y nos dijeron que antes había que cruzar este puente e ir por la margen sur pero que habían terminado el camino por la margen norte. Ahora se puede recorrer por ambas márgenes aunque está más transitable la norte.
Puente levadizo a 10 km de DoloresIncompleto pero conserva el mecanismo de elevación con torno y poleas
Continuamos por la margen norte por un solitario camino de excelente piso donde nos deleitaban la gran cantidad de aves de todo tipo que hallábamos a nuestro paso.
Hermosamente solitarioAves por todos ladosApenas se espantaban pero al pasarles cercaUn hermoso espectáculo aéreo
Por supuesto a medida que avanzamos paramos a contemplar más compuertas, parecidas pero diferentes.
Artística herrería típica de todos los coronamientos de las compuertas de canal 9Compuertas tipo guillotina lado canal 9Misma compuerta del lado de afuera del canalOtra compuerta cercana al Paraje El 80Esta parece mas reciente, de diseño más simple
Así finalmente alcanzamos el Paraje El 80, donde el origen del llamativo nombre es tan simple como que se encuentra en el km 80 del Canal 9, contados desde su desembocadura en la Bahía de Samborombón.
Allí aparece uno de esos elegantes puentes de hierro reticulado traídos desde Alemania a principios de siglo para prever el cruce de estos canales por rutas que en algunas casos hoy todavía no existen. No éste el caso, ya que tiene asociado un camino vecinal que une Castelli y Pila con la RP60.
Sin embargo su solidez se vio afectada por el ambiente salino de la zona o tal vez de los vientos del este que lo traen desde el mar y sus gruesos perfiles se corroyeron lo suficiente para que deba clausurarse hace muchos años cuando un camión casi termina en el fondo del canal. Un moderno puente de hormigón lo suplantó pero permanece a su lado como recordando que se lo cuide porque seguramente seguirá el mismo destino.
El viejo puente del 80, con el nuevo mimetizadoLa corrosión que no lo perdonóPuente viejo del 80Puente viejo del 80El viejo y el nuevoEl nuevo y el viejo
Nos detuvimos bajo los dos puentes, dentro de la zona del canal, para comer unos sándwiches y yo aproveché para ir al puesto policial cercano, ya que sabía que allí tienen señal de Internet y necesitaba enviar un mensaje.
El policía que me atendió me dijo que las obras de mejoramiento del camino costero del canal seguían hasta el Puente de Las Chilcas y que seguir hasta la RP29 nos iba a resultar sencillo, nada que ver con lo que yo conocía de un recorrido inmediatamente posterior a la pandemia que era un muestrario de cuevas de vizcachas.
El puesto policial remeda una casita de Tucumán
Retomamos el camino hacia la RP29 y, efectivamente, se estaban realizando trabajos de entoscado en el camino costero. Estaban extrayendo material del interior del canal y, por ahora, creando una cordillera de tierra a lo largo del lado izquierdo del camino y una gran zanja dentro del canal.
Bajo esas circunstancias, arribamos al Puente de Las Chilcas, hermano gemelo del Puente del 80. Este puente es uno de los muchos que no se integraron a la red vial y nunca se ha utilizado masivamente, sólo ocasionalmente por algún vecino esporádico. Sorprendentemente, su estructura se conserva en mejor estado que la de su par del 80 , a pesar de que solo los separan 20 km. Las Chilcas se encuentra en el kilómetro 103 del canal.
Zana de donde obtiene la toscaCordillera de tosca sobre el camino costeroLlegando a Las ChilcasPuente Las ChicasPuente Las ChilcasPuente Las Chilcas
Apuramos el paso porque la hora avanzaba y todavía faltaba mucho para el destino previsto, que era llegar a Las Flores siguiendo el Canal 11.
Igual nos hicimos tiempo para pisar el larguísimo puente de hormigón de la ruta vecinal que une Pila con Casalins y lo que queda de un puente levadizo similar al que vimos hace unas horas, pero al borde del colapso.
Larguísimo puente de hormigo del camino Pila – UdaquiolaLarguísimo puente de hormigo del camino Pila – UdaquiolaPuente levadizo al borde el colapsoLo que quedaLo que quedaPuente levadizo al borde el colapso
Cruzamos la RP29, que discurre en paralelo al desmantelado ramal Chas-Ayacucho, y llegamos al final, o mejor dicho al inicio, del canal 9, ya que nace en la confluencia de los canales 11 y 12.
Unos kilómetros más adelante, sobre la orilla norte del canal 11, alcanzamos el Puente del Zorro, otro de los venerables puentes alemanes. Este se encuentra en buenas condiciones y sobre una ruta vecinal bastante transitada, por lo que no nos resultó tan sorprendente por repetido.
Aquí se terminaron los caminos fáciles. Desde el puente del Zorro hasta casi la RP30, hay unos 30 km y la única guía es la traza del canal y la suerte. Ya era bastante tarde, el frío se ponía pesado pero igual intentamos al menos para ver qué onda. Si se complicaba desde el Puente del Zorro, por caminos vecinales podíamos llegar a Las Flores y dar por terminado el día.
Llegando a la RP29Puente del ZorroParecía haber una huellaPero desapareció y tuvimos que transitar por dentro del canal hasta que se enlagunóVolvimos al coronamiento del talud pero era tortuoso.
Al final, después de unos muy lentos 8 km decidimos abortar el intento, no tanto por la dificultad sino por el horario y la luz. Mañana lo intentaríamos desde Las Flores, sabiendo que hasta aquí se podía llegar.
Raudamente nos volvimos a Las Flores donde unas simpáticas Tiny Houses nos esperaban con las salamandras a full, para compartir una velada entre amigos.
Cuando la lógica indicaba que en plena ola de frío polar lo mejor era quedarse en casa a recorrer canales con el control remoto e incrementar la audiencia televisiva, resulta que salimos de campaña a recorrer canales de desagüe en plena provincia de Buenos Aires y terminar teniendo una real audiencia en una abandonada estación ferroviaria.
Fuimos de la partida cuatro locos, Elsa y Cecilia por un lado y Adriana y yo por la otra, con el regreso estelar al ruedo de mi querida Pampa 02.
Les dejo unas fotitos y en breve desfilarán los reportes:
Tras un agradable paseo por Gardey, nos dirigimos hacia María Ignacia, no por la ruta directa junto a las vías, sino por caminos secundarios que ofrecían la promesa de hermosos paisajes rurales serranos, los cuales resultaron ser un verdadero deleite al recorrer.
Allá vamos!Suaves serranías nos acompañanUn camino rural alcanzado por la tecnología de un tendido de n fibra ópticaEspectacular!
Ya conocíamos de otro viaje la estación VELA que es el nombre ferroviario de MARIA IGNACIA, así que nos dedicamos a visitar el pueblo en sí. Me llamó la atención una vieja estación YPF en venta a la que seguramente algún emprendedor le dará algún uso ingenioso. Al igual que Gardey es encantador, hasta gallina sueltas en la calle vimos, lo que muestra la paz que reina aquí.
Así nos recibió María Ignacia: paz total con gallinas por las callesPlaza desierta cubierta de una capa doradaOtra vista de la hermosa plaza sin nadieClub Social en el boulevard principal: seguimos sin genteVieja YPF en ventaHermosa reliquiaIdeal emprendedores!Espectacular viejo comercio. No hay forma de ver alguien por la calle!
Costeando las vías del ramal activo para cargas VELA-BARROW, nos dirigimos hacia el poblado de ESTACIÓN LOPEZ, curioso nombre ya que «estación» es parte del mismo. El pueblo es muy pequeño pero muy prolijo, como casi todos los de la zona, aunque éste ya pertenece al partido de Benito Juárez.
Otra característica de estos pueblos es el diseño asimétrico de su trazado urbano, que siendo en plena llanura es llamativo
La estación ferroviaria está en ruinas porque un tornado la arrasó en el pasado pero así y todo la conservan en condiciones como patrimonio histórico, pese a que seguramente hubiera sido más sencillo demolerla, como han hecho en otros lugares.
Acá empezó esta parte del recorridoDos locos contentos paseandoLlegando a Estación LópezDonde fuimos bienvenidosLlegamos a lo que queda de Estación LópezLa historia de la ESTACIÓN LOPEZDe lejos hasta parece en condiciones normalesAl acercarnos, se ve que en realidad está en ruinasNo hay techos, ni alerosCartel y tanque de agua sobrevivieron al tornadoEdificio sin techo y con paredes derrrumbadasAlgunas postales de los restos de la estaciónEstación López presenta un ejido urbano asimétrico.La iglesia de Estación LopezMás calles desiertos en estos pueblosFinalmente, hemos visto a una persona en las calles de Estación López!
Continuamos hacia el remoto pueblo de TEDIN URIBURU, junto al ramal ferroviario desactivado CHILLAR-VELA, donde la estación está ocupada y solo puede ser apreciada desde afuera. Los carteles no están presentes.
Al igual que el pueblo anterior, su diseño es peculiar, destacando una enorme plaza con forma de rombo. Era domingo al mediodía y el lugar lucía desolado.
Nos recibe el remoto TEDIN URIBURUFuimos derechito a la estación, hoy una viviendaEl andén convertido en garajeUna vista de lo que queda del predio ferroviarioEnormes galpones, como en toda la zonaEl andén cubierto de líquenesUn viejo surtidor olvidado en una calle del puebloOtro ´pueblo de llamativo trazado urbano, con su plaza tipo rombo
Continuamos explorando más estaciones en distintos ramales, lo que nos llevó a cruzar el arroyo de Los Huesos por el antiguo Puente San Francisco, descubriendo con agrado un cauce de agua considerable; el puente probablemente formó parte de un Camino Real en tiempos pasados. Sobre el hormigón hay varias placas de granito tallado con inscripciones de distancias y otras frases patrióticas que datan de 1929.
Pampa en el Puente San FranciscoEl arroyo de los HuesosPor Dios y por la PatriaA Tandil 18 leguas o 90 kmA Azul 11 leguas o 55 km y a Chillar 5 leguas o 25 kmPor la civilización y el Progreso (1929)Aguas abajo del puenteBajo el puente, el agua corre rápido
Al descubrir el trazado del desmantelado ramal ARROYO DE LOS HUESOS-CHILLAR, visitamos lo que queda de la estación MARTIN FIERRO, una pequeña localidad extinta que llegó a contar con una escuela y que ahora se ha transformado en una prolija estancia..
Llegando a Martín FierroEntre los árboles, lo que seguramente fueron instalaciones ferroviariasEl cartel está sobre calle, al menos ser conservó el originalOtro cartel, el enlozado que ponen en la pared de las estaciones, a entrada de la estanciaTodo prolijito, pero privadoLa única calle de lo que fue el pueblo
Desde ese punto, siguiendo los caminos vecinales que bordean la Boca de las Sierras y pasando por detrás del Parque Eólico Los Teros, se llega a la RN226, a pocos kilómetros de AZUL. Allí fuimos a visitar la entrada del cementerio local, coronada por el imponente Ángel Vengador de hormigón, obra del Arquitecto Salamone.
Nos acercamos a la Boca de las Sierras por un sinuoso y destruido caminoUn pequeño curso de agua hace aparecer una hermosa arboledaPor aquí apareció solitario un famoso curroUn arco vegetal en el medio de la llanuraInteresantes «llamas» de hormigónEl Ángel de costadoLa espalda del ÁngelEl Ángel de frenteImpresionante la expresión de la cara del Ángel lograda con hormigón
Aunque nos quedaba poco hilo en el carretel, decidimos visitar dos estaciones más perdidas en el ramal activo AZUL-LAS FLORES.
Al seguir las vías, llegamos a la ubicación de VICENTE PEREDA, donde lo único que parecía haber era un pequeño bosque. Sin rendirnos, retrocedimos hasta un paso a nivel situado unos 300 metros atrás, y desde allí pudimos ver el cartel. Abandonamos el vehículo y nos dirigimos a pie para tomar fotos, esquivando varios cerdos que pastaban sobre las vías.
El edificio de la estación había sido demolido, no quedaba nada; el terreno del complejo ferroviario, como suele suceder, se había transformado en una granja porcina (Chanchería en castellano antiguo)
La zona donde debería estar Vicente Pereda, algún vestigio hay…El monte cerrado de la derecha, posiblemente esconda algoImposible llegar desde aquí porque la zanja estaba llena de agua y barroDesde allí al fondo vinimos caminandoCaminamos por el camino de fierroLlegamos a lo único que hay: un solo cartelBien escondido en el bosqueSeguro en primavera verano, esta más ocultoLas vías, lustradas mirando a Las Flores
Con ciertas reservas, debido a que el camino estaba poco transitado, continuamos junto a las vías hacia la enigmática SHAW, oculta en una densa arboleda que domina casi toda la estación.
Al hallar la manera de aproximarnos a pie, nos dimos cuenta de que estaba más que oculta; estaba totalmente devorada por la vegetación, incluyendo los galpones. La única área despejada era la zona de las vías, por donde aún circulan los trenes de carga. Los dos carteles seguían erguidos.
Caminos que rodean a SHAWEntramos a pie por este alto pastizalNo me animé con la chata porque no sabía que podía haber abajoHasta que encontramos a la estación embutida en la vegetaciónEl galpón apenas se podía verEstación SHAWInteriores forestados de la estaciónTanque y cartel lado norteAdriana en el cartel surEl Pampa en SHAW
Con esta visita concluimos nuestro raid ferroviario de fin de semana y comenzamos el regreso por la RN3.
Cerca de Gorch, un supuesto atajo hacia General Belgrano nos atrajo y decidimos aventurarnos por caminos rurales solitarios al sur del río Salado, para finalmente regresar a casa por la RP29.
Amaneció muy fresco en Gardey. Incluso dentro de nuestra cabaña también había bajado la temperatura porque, claro, ninguno de los dos se levantó durante la noche a alimentar la salamandra.
Temperatura cuando salimos de la cabaña
El día despuntó muy lindo y pudimos comprobar la belleza del lugar donde recalamos anoche, el complejo de cabañas EL OTA.
El bosque de eucaliptos es encantador y las cabañas están bien separadas como para tener suficiente privacidad. Muy lindo lugar para descansar y excelente la atención de su dueño Daniel. Muy recomendables!
Nuestra cabaña en el bosque encantadoHermosa arboleda de altos eucaliptosCamino de acceso a las cabañasSenderos internos
Desayunamos tranquilos, acomodamos los bártulos en la chata y salimos a completar el recorrido mientras regresábamos a casa.
Nos dimos una linda vuelta por GARDEY, que nos impresionó muy gratamente por la prolijidad y tranquilidad: pueblo con bicicletas sin cadenas en la calle, seguro es un buen lugar para vivir.
Por la hora que lo recorrimos parecía un pueblo completamente desierto, como lo documentan las fotos que siguen: calles y plazas sin humano alguno.
Domingo temprano éramos los únicos en las callesTodo desiertoNadie por las callesHabrían evacuado el pueblo?No hay caso, nadie! Qué tranquilidad!!!
Las edificaciones antiguas están muy bien preservadas y es placer contemplarlas. Y hay muchas!
La Iglesia San Antonio de PaduaUn coqueto almacén de campoEl almacén Vulcano, una de l as atracciones de Gardey, aunque era demasiado temprano y estaba cerradoHermosa antigua construcción en ventaOtra vieja construcción en donde funciona un comercioClub Social y Deportivo y Ferroviario GardeyUna vieja estación de servicio en desuso
La estación está muy linda y cuidada y ahora funciona como Biblioteca Popular.
No hace tanto existía un tren turístico que salía de Tandil pero ya no corre, sin embargo parece lista para entrar en actividad cuando se lo requieran.
Hermosa estación Gardey desde la calleEl anden, impecable aunque en desusoEl bebedero y el cartel enlozadoSe repiten los gigantescos galponesEl cartel y la estación desde las vías tapadas por el céspedLa traza ferroviaria mirando a TandilLo que queda de un molinoUna fotógrafa en el andénOtro fotógrafo másTúnel vegetal en dirección a Vela (María Ignacia)
Seguimos con rumbo a María Ignacia, por caminitos serranos
Nos dirigimos por caminos entreverados tratando de acortar distancias hacia EL LENGUARAZ, lo cual resultó un fracaso ya que al final varios de los que figuraban como atajos en el GPS terminaban dentro de estancias con candados en sus tranqueras. Terminamos haciendo muchos kilómetros más de lo planeado.
Igual nos la ingeniamos para llegar a esta estación de nombre tan particular, que es una de las tantas que prácticamente no tienen un poblado a su alrededor aunque si tiene una hermosa escuela que todavía funciona, tal como nos contó el morador de la estación, que a su vez es el portero de la escuela desde hace muchos años.
Morador de la estación y auxiliar de la escuelaSiempre es lindo ver ondear nuestra banderaLa escuela del paraje El Lenguaraz
El edificio, de dos plantas, es enorme y casi desproporcionado para el entorno, pero se encuentra en excelentes condiciones, probablemente porque siempre contó con alguien que previno el vandalismo que, de otro modo, habría sufrido como la mayoría. Tal como observamos en otras estaciones que visitamos posteriormente, la longitud del andén refleja el optimismo de sus diseñadores; igualmente impresionante es el tamaño de los galpones.
Uno de los carteles de El LenguarazEl Lenguaraz está enteritaSolitario galpónLarguísimo andén inexplicableEdificio de dos plantas en el medio de la nadaConserva todos sus cartelesEstructuras roblonadas perfectasCactus adorna la cercaOtra más del inexplicable anden:El lenguaraz en El Lenguaraz jajajaja
Dejamos EL LENGUARAZ y por el clásico camino que costea las vías nos dirigimos a LICENCIADO MATIENZO, un pequeño poblado de sólo nueve manzanas, donde encontramos una réplica exacta de la anterior y de las que nos quedaban por ver durante el día.
La fachada de la estación, visible desde el pueblo y adornada con un parque infantil, presenta un aspecto atractivo y bien mantenido. Sin embargo, está claro que alguien ocupa el lugar, ya que el interior contrasta marcadamente en su estado. A pesar de que parecía deshabitado, no me animé a meterme, por lo que tuve que ser astuto para tomar algunas fotografías del andén y las señalizaciones..
En el predio de la estación hay una gran cantidad de silos bolsas lo que indica gran actividad agrícola.
Frente de Licenciado MatienzoEmpieza repetirse el diseño de dos pisos que vimos antesEl edificio en toda su magnitudEl cartel de Matienzo está impecablePosee unos curiosos carteles enlozadosAlguien la está ocupando, pero está descuidadaNo pude acceder al andén, por eso la foto a contraluzPor el contrario, el parque infantil adyacente está hermosoUna vieja construccion frente a la estaciónIntenso tráfico de camiones con soja, de fondo el gigantesco galpón
Continuamos bordeando las vías hacia la próxima parada, SAN MANUEL, que conserva un estilo similar. La estación aquí está más integrada con el pueblo, con el edificio funcionando como un Museo Histórico y las tierras ferroviarias convertidas en un parque público; hasta construyeron una cancha de bochas en el andén. Vimos a muchos jóvenes reunidos, tomando mate y disfrutando del soleado sábado por la tarde en el predio del ferrocarril.
SAN MANUEL es un muy lindo pueblo de unas 35 manzanas, muy prolijo y parece pleno de actividad.
Frente de estación San Manuel, igual a las anterioresCartel de San ManuelHermosa y cuidada estación San ManuelEl andén de San Manuel y su cancha de bochasSanitarios de San ManuelLa estación devenida en museo históricoUna histórica balanzaEl otro cartelGigantesco s galponesEl predio ferroviario completoCancha de bochasBancos de la estación
Nos restaba visitar una última estación de las previstas para el día, NAPALEOUFÚ, un pequeño poblado junto a la RP227, donde observamos nuevamente el mismo diseño de edificio por cuarta vez. Sacamos fotos de práctica, las cuales podrían haberse confundido fácilmente con las de las otras tres estaciones sin que nadie notara la diferencia. Evidentemente, los constructores contaban con un único diseño que implementaron consistentemente en esta línea.
Estación de NapaleoufúCártel y tanque de agua de napaleoufúSanitarios de NapaleoufúOtra vez gigantescos galponesPampa contento en Napaleoufú
Todavía nos quedaba un poco de luz antes de ir a alojarnos a GARDEY en unas bonitas cabañas que descubrimos googleando. La vez pasada, cuando vinimos a a zona nos había quedado sin investigar la parte oeste del Paso de la Muerte y decidimos ir a asomarnos del otro lado.
Antes de llegar a TANDIL, tomamos unos caminos serranos solitarios pero encantadores, y nos fuimos acercando hasta que el sendero se acabó a tres kilómetros del cruce. Un pastizal alto se presentó, pero se podía intuir que, con precaución, era posible continuar con el vehículo, lo cual hicimos por un kilómetro y medio más. Aunque era factible seguir, no era prudente hacerlo solos, ya que era imposible discernir lo que había debajo. Sin embargo, la curiosidad prevaleció y, aunque la luz empezaba a disminuir, decidimos explorar a pie un poco más para evaluar su viabilidad para el futuro intento de atravesar el Paso de la Muerte con chatas.
Encantadores paisajes serranosCada vez mas tenueEl pasto se vuelve más altoHasta que la huella casi desaparece
Avanzamos un kilómetro mas entre los altos pastizales, con cierto riesgo ya que vaya a saber con que bicho nos podíamos encontrar, pero la curiosidad pudo más y alcanzamos a divisar a 500 metros el arroyo Las Chilcas y el famoso paso, sin observar obstáculos insalvables. Cuando encuentre algún socio, seguro con las fiel Pampa 02 me le animo: habrá que trabajar un rato pero es un lindo desafío.
A 1.2 kilómetros, dejamos la chata y arrancamos a piePor acá caminamosVolviendo
Nos volvimos, casi a oscuras y nos encaminamos a GARDEY a las cabañas EL OTA, en el medio de un denso bosque de eucaliptos.
Entrada cabañas El OTA
Hacia bastante frío y una salamandra encendida nos esperaba y donde cenamos el locro que nos habíamos traído listo para calentar.
Mañana todavía teníamos un variado y extenso regreso ferroviario, previa escala en GARDEY
Florencio Varela – Brandsen – Ranchos – General Belgrano -Ayacucho – Paraje Dos naciones – Camino de los Curros – Abra Puerta del Diablo
El viaje empezó el sábado bien temprano en Florencio Varela desde donde salimos en busca de paisajes serranos y estaciones ferroviarias. Esta vez usamos la RP29, que ahora está en bastantes buenas condiciones y en estos fines de semana no turísticos tiene poco tráfico y es muy tranquila, como para manejar relajado tomando unos mates.
El único tramo feo es alrededor del puente del Samborombón, donde está en construcción un segundo puente paralelo, pero es bastante corto.
Después de Ayacucho, todavía en la RP29, tomamos un atajo por una vieja ruta de tierra rumbo a Dos Naciones, donde empezamos a disfrutar del colinoso entorno.
Una lujosa entrada a una estancia: EL CASALITOPaisaje agropecuario cercan a la RP266Tras los girasoles, se asoman las primeras serranías
Ya luego de Dos Naciones, que no visitamos porque había sido objeto de un paseo anterior, pusimos proa a lo que nos había quedado en el tintero: la Puerta del Diablo. Si bien este tramo de enlace ya lo habíamos realizado, hacerlo en sentido inverso nos proporcionó perspectivas diferentes que disfrutamos mucho.
Una vieja construcción abandonada en Dos NacionesSaliendo de Dos Naciones, comienzan los paisajes onduladosAl avanzar, el entorno se pone cada vez mas bonitoQue buenas sensaciones se sienten al transitar estos paisajes!Y así los vamos dejando atrás…
Al llegar al cruce con el camino que nos conduciría a la Puerta del Diablo nos sorprendió un cartel que anunciaba el «Camino de los Curros».
Como imaginarán enseguida pensamos qué tendrían que ver los políticos con este camino, pero pese a que no aclaraba mucho más, entendimos que tendría que ver con el pajarito que se mostraba en la foto del cartel.
Cuando tuviéramos señal de internet lo chequearíamos, ya que allí en plena naturaleza, por suerte no había…
Este Camino de los Curros está bordeado a ambos lados por unos arbustos de un verde muy llamativo y hacia el final del mismo se visualiza un abra en un cordón serrano que indudablemente debería ser la famosa Puerta del Diablo.
El Camino de los Curros, flanqueado por una densa arboledaA 6 kilómetros de la Puerta del DiabloLlegando a la Puerta del Diablo
Unos kilómetros más adelante nos introdujimos en esa abra, que sin ser algo espectacular es bastante cerrada y muy pintoresca: alberga un arroyo temporario y una bonita estancia muy arbolada: La Serranita.
Dentro del abraUno de los cerros que flanquean la Puerta del Diablo, una especie de marco de la puertaArboledas de la estancia La SerranitaAl fondo se ve el abra que atravesamos
Allí hicimos un alto en el camino y aprovechamos para comer unos ricos sándwiches de milanesa que trajimos de casa.
Cuando retomamos el viaje, prontamente salimos a la RP227, la cual cruzamos con la intención de iniciar un extenso periplo ferroviario por el ramal que une Tandil (Desvío Aguerre) con Lobería.
Sobre la ruta pudimos tomar señal fugazmente y nos sacamos la duda de los curros: ninguna de las dos suposiciones era la correcta, ya que el motivo del nombre eran justamente los llamativos arbustos, que ahora que miramos bien, son característicos de la zona, aunque no en la misma densidad que en este particular camino. Les dejo el link que encontramos para mayor información: https://florabonaerense.blogspot.com/2021/12/camino-de-los-curros.html
La zona serrana próxima a Tandil, Balcarce y Lobería es muy atractiva; no tiene la majestuosidad y la imponencia de los paisajes cordilleranos pero posee una serena y balanceada belleza que nos da gusto recorrer, combinando los ondulantes caminos vecinales que se adentran en los campos multicolores cultivados con los trazados e instalaciones ferroviarias que tanto nos apetecen.
Este fin de mayo volvimos a la carga. Elegimos unas cabañas muy bonitas en Gardey y con centro allí hicimos un extenso recorrido visitando parajes y estaciones ferroviarias a lo largo de todo el fin de semana.
Así es como estuvimos en Dos Naciones, Puerta del Diablo, El Lenguaraz, Licenciado Matienzo, San Manuel, Napaleofú, Paso de la Muerte (de nuevo), Gardey, María Ignacia, Estación López, Tedin Uriburu, Puente San Francisco, Martin Fierro, Cementerio de Azul, Vicente Pereda y Shaw.
Todo en un día y medio, utilizando caminos rurales, fuera de las rutas asfaltadas.
Parte del recorrido del finde
Les dejo un puñadito de fotos y en los próximas entradas, les iré contando detalles de cada lugar.
Nos despertamos virtualmente congelados. La noche había sido muy fría y los termómetros de las chatas descendieron hasta -5°C a las 8:00 am.
-5° C !!! Brrrrr…Campamento a la mañana, con parabrisas escarchadoLas chicas con frío, pero felices
Por suerte, mi espalda acusó poco recibo del porrazo de ayer y no sentí nada que un Actrón no pudiera solucionar. El día de manejo estaba asegurado.
El amanecer nos regaló imágenes indescriptibles, de colores cambiantes a medida que febo se iba asomando entre los cerros.
La bruma sobre las aguas insólitamente quietas debido a la falta de viento, creaba una atmósfera mágica que luego se fue diluyendo hasta convertirse en un día luminoso de sol mientras desayunábamos algo caliente para sacarnos el frío.
Amanecer en laguna HuaracoNo se puede creer tanta belleza y serenidadNo queríamos que terminase nunca el amanecer
Todos estábamos ansiosos por transitar la parte final y desconocida de la travesía, que podía resultar en un gigantesco fracaso por la cantidad de kilómetros que tendríamos que desandar si algún obstáculo nos impedía completar el recorrido.
La gran duda era un zigzag muy vertical hacia el final, donde un pequeño derrumbe nos podía dejar «fuori».
La caravana arrancó rodeando Huaraco por el este, ya que por el oeste el pedrero era virtualmente impasable. Pablo, que había hecho el relevamiento satelital, tomó el comando y nos lideró por la huella, en muchos tramos bastante borrosa.
Huella muy entretenida, que primero trepa hasta casi hasta los 2600 msnm y después, por los filos desciende acompañando el profundo cañón del arroyo Huaraco; alterna tramos de estepa con afloramientos de lava volcánica, con impactantes visuales de la cordillera del Viento. Cada tanto se descuelgan otras huellas que conducen vaya a saber dónde y que serán objeto de algún futuro viaje.
La huella, apenas visible, se volvió a marcar fugazmente con nuestro pasoLa huella es apenas un pedrero que alguien pisa de vez en cuandoPero vale la pena, los paisajes son deslumbrantesLa huella, por los filos, acompaña el profundo cañadón del arroyo HuaracoMas paisajes deslumbrantesVeníamos de atravesar esas primeras montañas sin nieve
El tramo final, donde el temido zigzag nos tenía preocupados, estaba en buenas condiciones pero las curvas son tan cerradas que requieren negociar varias maniobras para sortearlas.
Inicio de los cerradísimos zigzags en bajadaTodos próximos a la RP53
Con gran alegría divisamos la RP53 con la satisfacción de haber logrado cerrar un nuevo circuito cordillerano alrededor del volcán Domuyo, que por la situación climática, apenas vimos fugazmente.
Recorrido nuevo HUARACO-BARRANCASEl circuito que hicimos alrededor del DomuyoLa llegada de la huella a la RP53RP53 rumbo a BarrancasMas paisajes de la RP53 sentido a Barrancas
Un rápido tránsito hasta Barrancas donde reaprovisionamos combustible (hay que tomarse un tiempo porque el que atiende la estación tiene múltiples actividades y hay que esperarlo) y desde allí subimos por la RN40 hasta «La Pasarela», donde obligatoriamente tomamos unas fotos.
Parada obligada:La pasarela del río GrandeEl río Grande y el profundo tajo que supo tallar en la roca volcánica
Luego nos metimos en la Payunia por la RP183, atravesando el yacimiento petrolero «El Fortunoso».
Caños en el yacimientoLa famosa Omega para las dilatacionesOtra disposición de caños para prever las dilataciones
Luego tomamos las RP186 y RP180 bordeando la reserva natural de la Payunia y previa escala fugaz en Mina Ethel, seguimos hacia Agua Escondida y La Humada con destino final Santa Isabel, donde pasamos la noche y compartimos la última cena del viaje con el grupo.
PayuniaUno de los tantos volcanes de la PayuniaMás Payunia, esa deliciosa e inmensa soledadEdificios de la abandonada Mina EthelRumbo a Agua EscondidaEntrando a Agua EscondidaAgua Escondida
Al día siguiente, salimos muy temprano hacia Buenos Aires y antes de caer la tarde, ya estábamos en casa.
Un finde XXL muy bien disfrutando con los amigos de siempre, a los que les agradezco la excelente compañía.